Esa noche

Volvía a su casa, mirando las estrellas, cuando sintió que lo seguían. Apuró el paso y al llegar a la calle un auto le cercó el paso. Le vendaron los ojos y fue conducido al interior del vehículo, que arrancó al instante. Sabía que eran varios, y ninguno respondía sus preguntas. Al bajar del auto atravesaron una puerta giratoria y luego entraron a un ascensor que comenzó a subir. Al bajar sintió el viento en su piel. La venda se soltó mientras oía: "Sorpresa! Feliz Cumpleaños!".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario